El miedo está cambiando de bando.
El Gobierno del PP con su
Anteproyecto de Ley Orgánica de Seguridad Ciudadana pretende acabar con la
protesta social implantando una ley que se basa en las amenazas y coacción
social para que los ciudadanos no luchen por sus derechos. No es más que otra
vuelta de tuerca del régimen para dinamitar el movimiento social y las
protestas.
Se pretende restablecer un estado
policial propio de sistemas dictatoriales en un momento de extrema debilidad,
ilegitimidad y descrédito social del régimen. Cuando el capitalismo entra en
crisis sólo sabe responder criminalizando cualquier tipo de respuesta e
intentando meter miedo a la ciudadanía para que no se rebelen en las calles.
Esta ley anti protesta aumenta de
39 a 55 las infracciones, de las cuales 21 serán muy graves y podrán estar
multadas con hasta 600.000 euros, como las protestas no autorizadas antes el
Congreso o la difusión de imágenes de antidisturbios durante las
manifestaciones. Otras infracciones consideradas graves, como insultar, vejar,
amenazar o coaccionar a los miembros de las Fuerzas de Seguridad, tendrán
multas de hasta 30.000 euros.
El capitalismo está en crisis y la
juventud y la clase obrera sufren las consecuencias de los recortes y protestan
contra ellos aumentando las movilizaciones contra el Régimen y sus mandatos. Ante
un anteproyecto de ley como este no podemos olvidar las palabras de Marcelino
Camacho; el derecho de huelga se consigue haciendo huelgas; el derecho de
reunión, reuniéndose; el derecho de asociación, asociándose; y todos estos
atributos de la libertad, es únicamente la acción de las masas la que puede
acabar imponiéndolos.
Y no sólo oponernos a este ataque a la democracia y
libertad sino que tenemos que combatirlo en las calles para seguir creando
poder popular.
¡No tenemos miedo!
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